Los Orígenes del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

La primera referencia al TDAH se remonta al año 1775 y se atribuye al médico alemán Melchior Adame Weikard. En su libro Der Philosophische Artz, Weikard recoge una descripción médica de este trastorno. Según él, las personas que carecen de atención se caracterizaban por ser imprudentes, descuidados, caprichosos y desenfrenados. Además, tenían conocimientos superficiales, dejaban las cosas a medias y realizaban las tareas de forma desorganizada, ya que no dedicaban el tiempo y la paciencia suficiente para adquirir las habilidades necesarias. Esta descripción temprana sentó las bases para la comprensión y el estudio del TDAH a lo largo de los siglos.

A lo largo de la historia, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) ha sido motivo de controversia y debate. Su nombre y los criterios de diagnóstico han cambiado a lo largo de los años, lo que ha llevado a diferentes percepciones y tratamientos del trastorno. Sin embargo, un breve repaso histórico puede ayudarnos a entender mejor la situación actual de la definición y el concepto del TDAH.

En 1798, el médico Alexander Crichton describió un cuadro clínico que incluía las principales características del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tal como lo conocemos hoy en día, con una presentación predominante de déficit de atención. Crichton mencionó la incapacidad de mantener la atención con el grado necesario de constancia, lo que daba una imagen de inquietud. Según sus observaciones, este trastorno podía estar presente desde el nacimiento de la persona o desarrollarse a partir de un accidente. Este importante aporte de Crichton sentó las bases para la comprensión y estudio del TDAH, brindando una visión inicial de sus características y posibles causas.

El psiquiatra Heinrich Hoffman publicó en el año 1845 un libro de poemas infantiles en el que describía dos casos de TDAH. En su obra, La historia del inquieto Philip, se relataba la historia de un niño que no podía quedarse quieto en la mesa a pesar de las advertencias de su padre. El libro mostraba las cualidades de inatención y hiperactividad prolongada que son propias del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Estas descripciones coincidían con las características del TDAH tal y como se define en la actualidad. Este libro de poemas infantiles fue pionero en abordar y describir el trastorno, y su publicación marcó un hito importante en la comprensión y concienciación del TDAH en la infancia.

La primera referencia científica que reconoce el TDAH como trastorno se atribuye al pediatra George F. Still, en una publicación de 1902. En esta publicación, Still observó a niños que presentaban inatención y conducta hiperactiva e impulsiva. Describió 43 casos de niños con problemas atencionales, agresividad, conductas desafiantes, resistencia a la disciplina, excesiva emocionalidad, falta de control moral y falta de honradez. Estas observaciones se referían a niños con dificultades para mantener la atención y para el pensamiento reflexivo, y con excesiva actividad motora. En aquellos momentos, estas características eran asociadas al TDAH.

Una de las primeras publicaciones en lengua española sobre el síndrome del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) data de 1907. El autor, Augusto Vidal Parera, en su Compendio de Psiquiatría Infantil, describió detalladamente los síntomas que presentaban los niños y niñas con este trastorno. Vidal Parera caracterizó el TDAH por la presencia de alteraciones cognitivas tanto por exceso como por defecto. Este estudio pionero sentó las bases para el posterior reconocimiento y diagnóstico del TDAH, y se considera un hito en la comprensión de este trastorno neurobiológico. Gracias a la labor de investigadores como Vidal Parera, en la actualidad se dispone de una mayor comprensión y recursos para abordar y tratar el TDAH.

Stella Chess, reconocida como una de las autoras más importantes de su época, definió nuevamente la hiperactividad como el "trastorno hipercinético". Este trastorno se refiere a la conducta de un niño que se encuentra constantemente en movimiento o que presenta niveles de actividad y agitación más altos de lo habitual, o puede incluir ambas características. Su contribución en el campo de la psicología infantil ha sido fundamental para comprender y abordar este trastorno en niños. A través de su investigación y estudios, Chess ha ayudado a establecer las bases para el diagnóstico y tratamiento de la hiperactividad, brindando a los profesionales de la salud y educadores herramientas para identificar y apoyar a los niños que presentan este trastorno. Su trabajo ha dejado un legado duradero en el campo de la psicología infantil.

En el año 1965, los compendios de psiquiatría comenzaron a incluir este trastorno en sus clasificaciones, siendo conocido como el "síndrome hipercinético de la infancia" en la CIM-9. Tres años más tarde, en 1968, la Asociación Psiquiátrica Americana adoptó la definición propuesta por Chess, denominándolo como la "reacción hipercinética de la infancia". Estos avances en la terminología y reconocimiento del trastorno marcaron un hito significativo en el campo de la psiquiatría infantil, ya que permitió una mejor comprensión y diagnóstico de los síntomas asociados a esta condición. A través de la inclusión de estos términos en las clasificaciones oficiales, se proporcionaron herramientas más precisas para identificar y abordar adecuadamente los desafíos que enfrentan los niños con este trastorno.

Con la publicación del DSM-III en 1980, el déficit de atención se establece como el síntoma principal del trastorno dentro de las clasificaciones internacionales. Además, se adopta la denominación de "trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad". Esta nueva clasificación permitió una mejor comprensión y diagnóstico de este trastorno, ya que se reconoció que no solo afecta la capacidad de atención, sino también puede estar acompañado de hiperactividad en algunos casos. Con esta actualización, los profesionales de la salud mental pudieron identificar y tratar de manera más efectiva a las personas que presentan este trastorno, brindando apoyo y planificación de intervenciones adecuadas para mejorar su calidad de vida.

Después de varios cambios en las diferentes versiones del manual, el término "trastorno por déficit de atención e hiperactividad" se introdujo en 1994 con la publicación del DSM-IV. En este manual se definen los tres subtipos de TDAH que todavía se utilizan hoy en día: combinado, inatento e hiperactivo-impulsivo. Estos subtipos permiten una mejor comprensión y clasificación de los síntomas relacionados con el TDAH. El subtipo combinado se caracteriza por la presencia tanto de síntomas de inatención como de hiperactividad-impulsividad. El subtipo inatento se refiere principalmente a la dificultad para prestar atención y mantener el enfoque en las tareas. Por último, el subtipo hiperactivo-impulsivo se caracteriza por la actividad excesiva y la dificultad para controlar los impulsos. Estos subtipos son útiles para proporcionar un diagnóstico más preciso y personalizado del TDAH.

Enero 2024

Autor: Johara Mora MSc. Neuropsicología Educativa

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